El Suteco, en modo campaña y a la caza de un lugar en las listas legislativas del PJ

Crédito: Facebook

El sindicato anunció otro paro para este viernes. Los alumnos serán nuevamente los rehenes de una representación gremial íntimamente ligada al kirchnerismo más que a los propios educadores.

El Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de Corrientes (Suteco) anunció un nuevo plan de lucha. Luego de la medida de fuerza llevada adelante hace algunas semanas, la entidad avisó que este viernes concretará otro paro. Además, ya planea el siguiente por 48 horas cerca de la Semana Santa.

Este sindicato está nucleado a nivel nacional con la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), un sindicato vinculado al kirchnerismo. En esta línea, el Suteco es el único sindicato que continúa con la premisa de no dialogar, dejando de participar en las mesas de negociación que se abrieron entre el sector docente y los ministerios de Educación y de Hacienda, donde se acordó un aumento de más del 100 % en el salario básico, más los incrementos los dos plus que abona el Gobierno provincial a los estatales (uno de $ 27.650 y otro de $ 15.000). 

En un año de elecciones, referentes gremiales como Fernando Ramírez buscan posicionarse de cara al armado de las listas que deberán afrontar los diferentes partidos y frentes, ámbito en el que saben desenvolverse ya que fueron candidatos en varias ocasiones. En este contexto y con un PJ todavía acomodándose, pretenden ganar notoriedad y avanzar casilleros en la carrera electoral, o preelectoral. 

La renovación de bancas en la legislatura correntina atraviesa este año a casi todos los sectores y el gremial está lejos de quedar ajeno. Por el contrario, los espacios sindicales fueron siempre -y lo siguen siendo- plataformas útiles para quienes tienen aspiraciones a ocupar algún cargo público. 

El paraguas de la representación sindical enmascara las pretensiones políticas, y así esta situación llevará nuevamente a una medida que afectará, en primer término, a los alumnos, que perderán días de clases. También a los mismos docentes que terminan quedando como rehenes de una puja que parece tener más que ver con ambiciones personales que con una lucha sindical para lograr mejorar la situación de los trabajadores del sector. La política está llevando a una situación límite a los educadores que se encuentran frente al aula, que terminan -consciente o inconscientemente- operando en beneficio de sus dirigentes. 

Fuente: republicadecorrientes.com

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